Un domingo día del Señor del mes de marzo del presente año, me dirigía a la Misa de la Parroquia, de pronto vi a una señora sentada frente a la Iglesia, cuando me vio se paró para saludar muy atenta, entonces la reconocí y era ex catequista de años anteriores ella ayudaba a la pastoral y era parte del grupo juvenil rural que habíamos formado los años 90 por la zona de Huajchilla.
Conversando con ella después de muchos años, me comentaba que se casó y tenía dos hijas una adolescente y otra en edad de hacer su Primera Comunión, además había adoptado a tres muchachas con discapacidades diferentes de 40 años, 30 y 26 las tres tienen discapacidad física y retardo mental entre leve y profundo una más que otras. Me sorprendí por semejante responsabilidad siendo que su situación económica no es de las mejores y para mantener a su familia tiene un negocio artesanal (heladería) que atiende los fines de semana especialmente por ser una zona turística.

A partir de la siguiente semana me presente en su casa y nos prestó un ambiente agradable donde ella atiende la heladería los sábados y domingos. Grande fue la sorpresa porque ese grupo inicial de tres personas con necesidades especiales se duplico, ahora son seis de diferentes edades que no asisten a ningún centro de rehabilitación por falta de recursos económicos.
Esperan con mucha ilusión los días que realizamos la catequesis con adaptaciones especiales para que descubran y sientan que el SEÑOR AMA A LOS MÁS PEQUEÑOS “el que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado, Pues el más pequeño de vosotros es el más importante” (Lc. 9, 46 – 48).
Recurrimos al método de las imágenes: láminas, dibujos y pintura con dibujos bíblicos y religiosos, se ve un grupo entusiasmado, ilusionado esperando el día que recibirán al Señor y el Espíritu Santo que será el mes de diciembre del presente año.
A este hermoso grupito se sumaron niños y jóvenes del pueblo entre 10 a 18 que también quieren recibir los Sacramentos no solo de Primera Comunión y Confirmación también de Bautismo sobre todo impulsados por conocer a Dios y todo lo que conlleva la vida cristiana ya que no tuvieron la oportunidad de recibir esta Gracia desde sus familias.
En ese intento de llegar a todos y atenderlos con calidad y amor se sumó Sonia una voluntaria del grupo de la Pastoral Social de Huajchilla, quien les da estimulación y desarrollo de motricidad física a través del juego con los que tienen capacidades diferentes, como también orientación familiar, de esta forma estamos dando una atención más integral, humana y espiritual.

Estos momentos de encuentro nos hacen crecer como personas por el testimonio de fuerza y lucha que demuestran, una se siente evangelizada por sus experiencias de fortaleza, no pierden la fe y la esperanza de que seguir a Jesús y conocer a su Madre la Virgen Santísima, también es una oportunidad de conocer sus problemas familiares y sobrevivencia que la vida les presenta.
Misionera del Santísimo Sacramento y María Inmaculada
Bolivia – Huajchilla, Octubre 2021
											
				
			
											
				