La Casa de la calle Aribau perteneció a la Congregación de Celadoras del Culto Eucarístico, congregación que se ha fusionado con la Congregación en el año 2011.
La misión de esa comunidad es la confección del pan eucarístico y el culto, misión que tenía desde su origen en el siglo pasado.
Recientemente, la casa ha sido adaptada para acoger a las hermanas mayores y enfermas.
Actualmente asume también la obra social que se tenía en la casa de la Calle Encarnación, que ya ha dejado de ser una casa de la Congregación.