Mar Donaire – Responsable ESO y Bachillerato

¿Quién no ha oído hablar de la Fiesta de la Familia Misionera del Colegio Santísimo Sacramento de Madrid? Es una bonita tradición con más de treinta años de recorrido, que comenzó celebrándose un sábado cada mes de junio, al finalizar el curso escolar, hasta que la previsión de la llegada de una dana en junio de 2024 motivó un cambio de fecha: a partir de entonces, se viene celebrando a finales de septiembre.

27 de septiembre de 2025:  los que formamos parte de esta comunidad educativa (alumnos y exalumnos, padres y madres, docentes, personal del colegio, religiosas y otras personas vinculadas al Santísimo Sacramento) nos dirigimos al colegio para vivir una jornada lúdica y de convivencia, donde la alegría, la música y la solidaridad inundan todos los rincones. Todo comienza en la capilla, con la eucaristía misionera, en esta ocasión, con tintes africanos y en concreto, angoleños. La celebración, amenizada por el coro de alumnos y profesores del colegio, nos hace sentir en verdadera comunión, evocando nuestra dimensión misionera, que es uno de los rasgos de nuestro centro.

Después, en los patios, se despliegan los juegos (castillo hinchable, toro mecánico, ludoteca, pintacaras y tattoos, cuentacuentos), las competiciones deportivas (carreras, partidos de fútbol sala, baloncesto, voleibol, ajedrez), la música y el baile (MasterClass Urban y Zumba, actuación de grupos musicales en los que podemos disfrutar con las habilidades de nuestros alumnos y exalumnos, exhibición de danza e incluso verbena).

Y cómo no pasar por el puesto de la tómbola, que aglutina a una gran cantidad de alumnos haciendo cola en el horario de apertura, deseosos de que sus boletos sean los premiados con la camiseta del Real Madrid o con la del Atleti…

El Mercadillo Misionero es otra parada obligatoria: allí puedes encontrar todo tipo de artículos: bisutería, accesorios para el hogar y adornos, muchos de ellos confeccionados a mano por un grupo de madres de alumnos que, junto con la religiosa Soledad Redondo, ponen todo su empeño y cariño para que la recaudación sea un éxito.

El puesto del bar es otro de los lugares más concurridos: no solo como espacio para tomar el aperitivo, sino también para degustar las tartas y tortillas que optan a ser las premiadas del concurso, o incluso para compartir la comida con amigos y familiares: ¿prefieres la paella o el menú infantil?

Detrás de una jornada tan completa y variada, hay muchas horas de trabajo y dedicación: por parte de las religiosas, del AMPA, de la empresa de comedor “Alegra”, de las personas voluntarias que colaboran en el Mercadillo Misionero, de los profesores y monitores de actividades extraescolares, de los alumnos y antiguos alumnos. Además de otros particulares, entidades colaboradoras y empresas. Cada persona o colectivo aporta su “granito de arena” con generosidad y gratuidad.

Todo lo recaudado cada año se destina a apoyar un fin solidario, en este caso al proyecto que las Misioneras del Santísimo Sacramento desarrollan en Angola, a favor de niños, madres y familias que viven en condiciones de extrema pobreza. Porque, como decía el Papa Francisco, “para cambiar el mundo es necesario hacer el bien a quien no puede darnos nada a cambio”.

Y tú, ¿te animas a visitarnos en la próxima Fiesta Misionera? ¡Estás invitado!